[...] La habitación, acogedora y silenciosa, envolvía en sus brazos a la pareja que agotada por un largo día de mudanza, buscaba reponer energía. En esa época del año, el invierno no perdía la oportunidad de manifestar su presencia, escarchando cada una de las ventanas de aquella pequeña vivienda.
Radiante y majestuosa, la luna reposaba en el punto más alto del firmamento, viendo de pronto cómo se interrumpía su resplandor cuando una nube se posó frente a ella. Al mismo tiempo, el viento comenzó a soplar parsimonioso. La oscuridad atrajo consigo un silencio abrumador en todo el vecindario. Los grillos detuvieron su canto, las hojas de los árboles, todavía danzantes, dejaron de silbar.
Ahí, naciendo del oscuro pasillo que conectaba con la habitación principal, brotó un susurro apenas audible, cortando de tajo la mudez.
—Puedo verte —siseó un voz tan aguda como la de un niño, tan suave como la de alguien que cuenta un secreto.
Aquella voz, acercándose a la habitación principal, comenzó a tararear una canción lenta, solo para después hacer eco en la noche y desvanecerse hasta desaparecer. [...]
Fragmento del libro El canto del viento, de Kim Pantaleón.
En el capítulo pasado les comenté la importancia de la descripción en un texto literario, ya que es una herramienta fundamental para conseguir que se genere una atmósfera idónea para los lectores. Sin embargo, aprender a describir no es tan fácil, y para hacerlo de la manera correcta hay un amplio camino que andar.
¡Pero no te asustes! Una vez que aprendas a describir, verás que el resto se vuelve más sencillo. Eso sí, para dominarlo ocurre lo mismo que con la lectura, debes practicar todos los días. Para hacer ejercicios descriptivos, puedes tomar como base objetos, lugares, personas o situaciones de la vida cotidiana, y tratar de redactarlos en alguna libreta (o en Word) con el mayor detalle posible. Para llegar a esto, debes prestar particular atención a todo lo que te rodea.
Mucha de la descripción se basa en la observación, y si hay algo en lo que un escritor debe ser experto, es en observar todo.
En este punto cabe hacer una breve pausa para dar una anotación importante, y es que ver y observar no son lo mismo. Una persona puede ver un objeto mas nunca observarlo. ¿Por qué?
- Ver es percibir algo con los ojos.
- Observar es mirar con mucha atención y detenimiento, con el fin de adquirir conocimiento sobre eso.
Puedes observar objetos, personas e incluso situaciones y analizar cada detalle. Es por esto que la descripción debe entenderse como: "la habilidad para identificar y nombrar las características y cualidades de un objeto, persona o situación."
También es muy importante que sepamos que, según la intención del escritor, la descripción se divide en:
• Descripción objetiva: Su finalidad es describir la realidad tal como se presenta, se basa en los elementos concretos de lo que describimos. Es decir, no requiere de la utilización de recursos literarios, sino que se limita a la descripción rigurosa y precisa de lo que se ve.
Ejemplo: Un día de niebla Ana caminó sola por la calle, y mientras lo hacía, vio casas abandonadas y viejas y árboles secos. Atardecía.
• Descripción subjetiva: Es aquella en donde predominan las valoraciones personales de quien la realiza. En ésta, las metáforas, comparaciones y demás recursos literarios cobran importancia. Es en esta en la que nos enfocaremos de aquí en adelante.
Ejemplo (hecho por MarcusTurkill): Alejándose por la calle, Ana miró a su alrededor. Las casas, vacías y desdibujadas por la niebla se le aparecían como buques fantasmales que surgían de la bruma. Los árboles, mástiles sin vida, arañaban el borrascoso cielo con sus ramas como garras, dedos huesudos en la noche que se acercaba. No vio a nadie, ¿quién iba a pasear en una desapacible tarde como aquella...?
¿Es bastante diferente, verdad? Ninguno de estos ejemplos es incorrecto, pero utilizar la descripción objetiva en una novela, cuento o relato de ficción, no es apropiado, a menos que se pretenda utilizar con un fin específico.
Bien. Ahora que hablamos un poco sobre lo que es la descripción, pasemos a lo bueno. ¡Los ejercicios descriptivos!
El ejercicio que haremos a continuación para ir manejando lo que vimos aquí, consiste en lo siguiente: Yo dejaré un texto muy breve que ustedes deberán modificar, reemplazando la descripción objetiva por una subjetiva. Pueden hacerlo a mano, en Word o como prefieran.
¡Empecemos!
Ejercicio: Dos jóvenes están de pie en medio de un parque, uno frente al otro. Se miran. La noche es fría, oscura y lluviosa.